jueves, 13 de febrero de 2014

EL CONDE DE MONECRISTO

"Confiar y Esperar" es el final de esta gran historia, considerada dentro de las mejores obras de la literatura universal, todo un clásico.

Ya casi para concluir la historia, una carta de despedida, a mi gusto contiene  algunas de las mejores frases de la novela:

"Mi querido Maximiliano: Hay una falúa anclada para vos. Jacobo os llevará a Uorna, donde el señor
Noirtier espera a su hija para bendecirla antes de que os acompañe al altar. Todo cuanto hay en esta
gruta, amigo mío, mi casa de los Campos Elíseos y mi castillo de Treport, son el regalo de boda que hace
Edmundo Dantés al hijo de su patrón Morrel. La señorita de Villefort aceptará la mitad, pues le suplico
dé a los pobres de París toda la fortuna que adquiera de su padre, loco, y de su hermanó, fallecido en
septiembre último con su madrastra.
Decid al ángel que va a velar por vuestra vida, Morrel, que ruegue alguna vez por un hombre que,
semejante a Satanás, se creyó un instante igual a Dios, y ha reconocido con toda la humildad de un cris-
tiano, que sólo en manos de la Providencia está el poder supremo y la sabiduría infinita. Sus oraciones
endulzarán quizás el remordimiento que lleva en el fondo de su corazón.
En cuanto a vos, Morrel, he aquí el secreto de mi conducta. No hay ventura ni desgracia en el mundo,
sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo.
Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso
haber querido morir, amigo mío, para saber cuán buena y hermosa es la vida.
Vivid, pues, y sed dichosos, hijos queridos de mi corazón, y no olvidéis nunca que hasta el día en que
Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos pala-
bras:
 ¡Confiar y esperar!
Vuestro amigo,
Edmundo Dantés, Conde de Montecristo."

Ya el título vincula a la obra con la realidad, porque hubo un conde de Montecristo llamado Jean-Paul Bendit (1751-1785). Un noble francés que, en 1789, defendió los principios de la Revolución y colaboró notablemente en la redacción de la Constitución de 1791, aunque luego sería detenido en 1792 y acusado de traición. Al no encontrarse pruebas, fue puesto en libertad y asesinado posteriormente con ácido sulfúrico, bajo el pretexto de una limpieza bucal, un método frecuente en la época, de lo que se deduce que él no intentó escapar de la muerte.
De hecho, a lo largo de la novela, encontramos más elementos procedentes de la vida real. En efecto; la trama de El Conde de Montecristo fue extraída por Alejandro Dumas del diario del archivista de policía francés Jacques Peuchet. Aunque sus trabajos no se publicaron hasta su muerte, una misteriosa historia recopilada de los expedientes policiales, en sus días al servicio de la policía, fue publicada más adelante bajo su nombre.
Ésta relata la vida de Pierre Picaud, un zapatero de Nimes comprometido con una mujer rica, quien, en la Francia de 1807, había sido acusado de ser espía inglés por cuatro amigos celosos y, como consecuencia, condenado a siete años de prisión. Durante el cautiverio, su compañero de celda le revela, antes de morir, la ubicación de un tesoro escondido en Milán. Una vez en libertad en 1814, Picaud vuelve a París bajo otro nombre y dedica diez años de su vida a vengarse de aquellos que, por envidia, lo habían traicionado. Aunque, finalmente, es secuestrado y asesinado.
También, El Conde de Montecristo es, en principio, la historia de una venganza. El marino Edmundo Dantés es ascendido a capitán de El Faraón y está a punto de casarse con Mercedes. Sin embargo, el ingenuo Dantés no es consciente de cómo su buena fortuna repercute en las vidas de su círculo de allegados. Danglars, jefe de cargamento de El Faraón, que envidia su ascenso, y Fernando, que ama a su prima Mercedes, denuncian falsamente a Edmundo Dantés de agente bonapartista. Y, aunque el fiscal Villefort está a punto de liberar a Dantés de los cargos de los que es objeto, la vinculación del caso en cuestión con su propio padre Noirtier, un partidario bonapartista a ultranza, le impelen a salvaguardar su carrera enviando en secreto a Edmundo Dantés al Catillo de If.
Durante su permanencia en prisión, el protagonista entra en posesión de los conocimientos teóricos y prácticos más avanzados de su tiempo gracias al abate Faria. Cuando se fuga de prisión, por vía novelesca, se convierte en uno de los hombres más ricos de la tierra. Su venganza, por tanto, no será ya sólo la venganza de un hombre agraviado, ni la venganza de ‘un intelectual agraviado’, sino la del dueño de un capital, de una fuerza de producción que habrá de invertir o dilapidar de una u otra manera.

Bueno, los invito a leer este excelente libro.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por compartir este excelente libro.